Día relajado. Hoy salí de trabajar a
las ocho y poco, tenia muchísimo sueño, y cuando llegue a casa, mama se
despertó, y me dijo que habías estado muy inquieto toda la noche, que no
parabas de moverte, pero que había pasado una noche muy buena. Me cambie y me
acoste.
A las cuatro me levante, y mama se
había ido con las titas a la piscina, y me había dejado una nota, para que la
llamara, porque Mari Pepa, la mama de tita Amalia, estaba haciendo un arroz, y
estaban esperando a que yo fuera, para que comiera allí.
La llame, y estaban en la piscina, y
me dijo que me fuera para allá, así que me cambie, y cogí el coche para la casa
de tita Beli. Por el camino hable con la abuela Pepi, que me conto que hoy
bajaba por la tarde a Saavedra con la bisabuela, Juana, Juani y Alex, a tomar
algo, y que si me daba tiempo me pasara, pero al final, me cogió el toro y no
pude.
Cuando llegue comí el arroz, que
estaba buenísimo. Estaba allí las titas, Mari Pepa y Joaquín, el hermano de
tita Amalia. Hable con mama mientras comía, y me conto que vomito esta mañana,
pero que no fue mucho, aunque hay que decir, que anoche se le olvido tomarse la
pastilla de las fatigas, así que solo se había tomado la de la mañana, y esta
bien, porque no ha vomitado mas en todo el día. Después de comer, y ayudar a
recoger la mesa, nos hemos metido en la piscina todos. Mari Pepa nos ha estado
preguntando algunas cosillas sobre ti y como van ha ser, y le conté yo a mama
que si Dios quiere, el año que viene, si tenemos la opción de estar en la
piscina, estarás con nosotros, y tendrás entre seis y siete meses, así que te
bañaremos allí.
A eso de las siete y media, fui a
comprar unos pastelitos y untables de jamón y york. Cuando llegue, estaba
preparado el café, y habían llegado Dylan y Salamo, que son familia de tita
Amalia. Merendamos todos hablando un rato, y después, me puse a jugar al pin
pon con los dos, mientras mama hablaba con las titas.
Sobre las ocho y media, nos hemos
venido a la casa, para que yo pudiera dormir un rato. Nos dimos una ducha, y me
dormí en el sofá. Ni mama ni yo hemos cenado, estábamos hartos de comida, y yo,
he agradecido mas el dormir que el comer algo. A las once y media, me sonó el
despertador, y me levante para cambiarme, y mama se acostó. Me despedí de ella,
y me he venido al trabajo.
Hoy he estado acompañado por la
noche, porque han coincidido amigos de la policía local y de la nacional, es
mas, hoy te escribo a las seis, porque acabo de cerrar el día de trabajo, ya
que se me ha hecho tarde, pero menos mal, porque por lo menos, al estar
acompañado, se me hace mucho mas corta la noche. Bueno, ya mañana te contare
como va otro día. Hasta mañana mi Peke.
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