lunes, 6 de noviembre de 2028

Lunes 25 de Noviembre de 2013

Día movido. Sali de trabajar, y me fui a casa, me cambie, y mama se despertó al escucharme, me dijo que la noche genial, y que había dormido bien, y me acosté después de daros un besito a cada una.

A las cuatro me llamó mama para comer, había hecho espaguetis con atún y ensalada de pimientos asados, que llevaba ella unos días con ganas de comer. Buenísimos, hemos comido viendo un poco la tele y hablando de lo que había que hacer, y después recogimos, y mama se dio una ducha, nos vestimos y fuimos a lo de los abuelos a recoger una cosilla. Llegamos, y estuvimos hablando un poco, y al nada llego tita Jessy, que había salido de trabajar y también fue ha ver a los abuelos. Hemos tomado café, y nos hemos ido rápido, porque mama tenia hoy yoga.

Como yo tenia que cambiar la bandeja que estaba rota de la bañera, tita quiso venir conmigo para hacer tiempo antes de entrar a trabajar, así que ella tiro para la tienda, y yo a dejar a mama en las clases. Cuando llegue a la tienda, me cambiaron la bandeja al momento, y ya de paso, he preguntado un par de cosas. Primero por un colchón extra para el capazo, porque nos estamos planteando el poner el capazo dentro de la cuna por lo menos en la cuarentena, para que estés mas recogida y mas calentita, y me han dicho que no hace falta, porque el que trae tu capazo es homologado para eso, que puedes tanto usarlo para la silla de paseo, como para dormir, pero que aun así venden suelto los colchones por nueve euros, y creo que compraremos uno mas, para que te sea un poquito mas blando, aunque no haga falta, pero preferimos ponerlo. Y después preguntamos por un carrusel para la cuna, que tita quiere comprarte uno, y sino, lo hubiéramos comprado nosotros, para que te estimulen los sonidos, movimientos y luces, y la verdad, que a los bebes que hemos visto que tienen un carrusel en la cunita, les gusta mucho, he intentan coger los muñequitos que se están moviendo y se quedan escuchando las nanas y todas esas cosas, así que uno tendrás seguro. Cuando acabamos, tita y yo nos fuimos ha merendar, y así le hacía compañía hasta que entrara ha trabajar.

A las ocho menos cinco, me despedí de tita, y me fui ha recoger a mama. Hemos mirado los carruseles también en la tienda donde mama hace yoga, y son un poco mas caros, y la verdad que me gusta mas el otro, así que iré con mama para que lo vea cuando vayamos por el colchón del capazo. Hemos ido a la farmacia ha comprar el yodur, que se había quedado sin el, y a lo de Carmen ha comprar unas hamburguesas para cenar esta noche, y ya nos fuimos a casa.

Mientras mama se cambiaba, yo aproveche y me di una ducha rápida, para estar un poco mas relajado después. al salir, hemos preparado la cena, y hemos comido hablando de las clases de yoga. Después de recoger, llamamos a la abuela Pepi para quedar para mañana y comer con ellas, que ya estoy de descanso, y llego mi momento, el momento del día que mas me gusta, el masaje en la barriguita de mama con mi charlita contigo.

He estado como tres cuartos de hora, y porque ya estaba cansado y necesitaba dar una pequeña cabezadita antes de irme a trabajar, sino todavía estoy allí dando el masaje. Te he contado nuestro día, te he hablado de nuestros planes, y por fin, ya se como estas colocada, ya diferencio cada parte de tu cuerpo, y se donde tienes la cabecita, los brazos, las rodillas, los pies, y si golpeas, ya se con que parte me estas saludando. Has estado encantadora como siempre, te hablaba y me dabas los golpecitos, hoy han sido con los pies y la rodilla, y me empujabas la cabeza cuando la apoyaba en la barriguita de mama, y sigo diciendo lo mismo, que aunque se que es imposible, parece que nos entiendes, y te contamos algo y reaccionas dando un golpecito, y te pido que me saludes y das un golpecito, y llego por las mañanas y me saludas dando un golpecito, y eso no tiene precio, eso tienes que vivirlo, porque las mama sienten eso todo el rato, pero un papa no lo siente, y que cuando estoy hablándote y tu me contestas de esa manera, no te puedes imaginar lo que siento, la felicidad que corre dentro de mi, pero bueno, ya te lo contare algún día.

A las once y media, sonó el despertador, me cambie, y me despedí de las dos con un besito, y diciéndote que mañana duermo ya contigo, y que te daré el masajito en la cama, y ya me he venido para el trabajo. Y aqui estoy a las dos, escribiéndote nuestro día,  en el que mama tuvo yoga y yo descambie la bandejita. Hasta mañana Lucia, hasta mañana mi niña.

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