Día de trabajo. Nos levantamos, y desayunamos en casa mama y yo, y después nos fuimos hacer unos recados para la abuela Pepi.
Fuimos ha sacarle dinero, y nos acercamos al mercadona para comprarle un jamón para las navidades. Después fuimos al Eroski a comprarle la sal de la abuela, y al salir, nos pasamos por la parroquia de pescadores ha dejar ropa para los pobres, y algo de comida que habíamos comprado antes.
A la una llegamos a casa de la abuela, y hemos ayudado ha guardar las cosas, y después nos pusimos hablar y ha especular sonriente llegada. A las dos nos pusimos ha comer, un pastel de carne que ha hecho la abuela, buenísimo, y un pucherito de taganinas. Ayudamos a recoger rápido, y nos vinimos a casa.
Fue el tiempo justo de ducharme y vestirme para irme al trabajo, porque hoy turno de tarde.
Me fui a las cuatro menos diez, y mama se quedó en casa. El turno de tarde es el peor, porque de cuatro a doce se hace eterno, y me he pegado toda la tarde pensando en si vendrás ya o no. He cenado allí en el restaurante, y a las doce y cuarto salí.
He ido a la farmacia de guardia ha comprar trombocil para mama, que tiene las piernas super hinchadas, y ya me fui a casa. Cuando he llegado, le he dado un masaje en los pies a mama, mientras me contaba que había hecho por la tarde, y me ha dicho que intentó dormir pero no pudo, así que ha estado viendo la tele. Ha estado con contracciones por la tarde, y ahora sigue. Hemos tenido nuestro momento, y ahora estamos intentando dormir, pero parece que va ha ser la noche larga.
Mañana te contaré mi niña. También tengo turno de tarde, así que será otro rollo de día. Hasta mañana mi bebé, te queremos mucho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario