domingo, 1 de septiembre de 2030

Lunes 30 de Septiembre de 2013


Día raro. Hoy nos levantamos a eso de las diez y media, bueno, mas bien yo, mama ya se había duchado y todo, porque teníamos que ir al medico ha pedir el informe para el Inem. Hemos desayunado, y después de ducharme yo, nos fuimos al medico. No hemos tardado mucho allí, porque era solo que nos diera un par de papeles, pero mama aprovecho para preguntarle un par de cosas, pero no estuvimos mas de diez minutos.

Al salir, nos fuimos a la Aldea a ver a los abuelos, y hemos estado allí una horita y algo. Están quitando toda la yedra de la casa, porque se les ha ido un poco de las manos, así que ahora están entretenidos, y tienen trabajo para todo el invierno, porque iba ya por encima de la casa, así que imagina lo que tienen que hacer.

Después hemos ido al mercadona y hemos comprado un par de cosas, y nos fuimos a casa de la abuela Pepi ha comer, que hoy la he llevado a renovar el carnet de identidad. Hemos comido pollo al horno, y después de comer y recoger la mesa, he bajado con la bisabuela hasta el segundo, y hoy le ha costado un poco más, pero bueno, por lo menos, mientras mama y yo vayamos, ella bajara las escaleras.

La abuela y yo hemos ido a lo del carnet, y mama se ha quedado con la bisabuela de mientras en la casa. No hemos tardado mucho, ya que mi amigo Pepelu nos hizo el favor de meternos en una lista y la verdad que menos mal, sino todavía estamos allí. Al salir, nos tomamos un café y ya fuimos a casa. 

Yo no he subido, así que espere a mama abajo. Hemos ido a casa, porque teníamos que guardar las cosas del mercadona, pero cuando llegamos, los albañiles estaban en plena faena y con unos golpes increíbles, así que le dije a mama que mejor nos íbamos, porque así no podíamos estar en casa.

Hemos ido al Leroy Merlín, a mirar cosas para los cuartos de baño, que es lo único que nos falta por reformar, pero creo que cuando llegues, seguirán como están. No tenemos ni dinero, ni ganas de meternos en obras, así que lo aplazaremos un poco.

A las siete, llegamos a casa, y me acoste un rato, hasta las nueve que me llamo mama, y ya preparamos la cena, setas gratinadas, y hemos cenado viendo la voz, que nos gusta mucho. En un intermedio, hemos recogido todo corriendo, y otra vez a ver la tele.

A eso de las once y cuarto, me sonó el despertador, así que empecé a vestirme, y mama puso a grabar lo que quedaba de programa, y después de despedirme de las dos, me he venido al trabajo, con muy pocas ganas, porque estoy cansado, pero es lo que hay. Y aquí estoy, a las cinco y cuarto, escribiéndote nuestro día. Hasta mañana mi niña.

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