Día de locos. Hoy salí de trabajar,
compre el pan, y me fui a la casa. Después de cambiarme y saludaros a las dos,
y que tu me saludaras también, me acoste. Al nada nos despertamos mama y yo,
porque Pedro el vecino, esta haciendo obra en la casa, y hoy estaba abriendo
regolas por la pared, y el sonido era insoportable, como si se estuviera haciendo
en nuestra casa. Ha estado así hasta las cinco de la tarde más o menos, así que
imagina que mañana hemos pasado y que medio día.
No podría decirte cuanto he dormido,
pero ha sido poco, por lo menos hasta el medio día. Después de comer, me
acerque a preguntarles cuantos días iban ha estar haciendo regolas, porque si
eran mas de uno o dos, me tendría que ir a lo de la abuela a dormir por las
mañanas, porque aunque no me gustaría por no dejar a mama sola, después tengo
que trabajar, y las noches son larguísimas, y ha ver como termino esta, pero me
dijeron, que mañana terminaran con las regolas, y que por lo menos las de la
cocina las han terminado, que son las que dan a nuestro salón, así que espero
que mañana sea el ultimo día, y que sea mas tranquilo que el de hoy.
Después de comer, hemos recogido
todo, y nos hemos quedado en la salita, que es donde mama estaba, porque dice
que tampoco podía estar en el salón, y que tú estabas muy agitada con ese
ruido. Hemos estado viendo la tele un rato, y baje a lo de Carmen a comprar
algo de carne para mañana, que mama quiere hacer una receta con la maquina,
pollo con salsa de cebolla, que ha ver como sale.
A eso de las seis y algo, terminaron
los albañiles, así que me acoste un rato, hasta las nueve, y me costo un poco
dormir, porque seguía teniendo el zumbido en la cabeza, pero por lo menos,
descanse algo. Mama me llamo, y me metí en la ducha para despejarme un poco, y
cuando salí, preparamos la cena.
Hemos cenado viendo la voz, pero no
he podido terminar de verla, porque me he tenido que venir para el trabajo. Hoy
no he pasado mucho tiempo con ustedes, por culpa del ruido, pero mañana será otro
día, que queremos ir a comprar cositas.
Y aquí estoy en el trabajo, hoy más
temprano para no quedarme dormido, a las tres y media, escribiéndote este día tan
horrible. Hasta mañana mi niña.
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